jueves, 2 de septiembre de 2010

NADA QUE REFUTAR

"Confundida, confundida!" Palabra que no para de rebotar aquí y allá en mi inconsistente pero sublime mente. Como admiro de verdad aquella voz que no se detiene y permite que se cree un caos total en mi entendimiento. No hay mejor forma de mentalizar una univoca verdad, sea falsa o verdadera, adentrándose en ella y terminando por apoderarte de esta. Así nada será confuso e irreal, pues aquella verdad que se crea, será la única que permitirá llegar a la máxima felicidad, desechando cualquier creencia extraña al pensar individual.